Acultzingo.- Con una estrategia vecinal y el respaldo de la Fuerza Civil, que recorre la cabecera municipal y las 32 comunidades, habitantes resguardan su propia seguridad, situación que les ha valido un clima de paz, que se refleja en el funcionamiento de comercios y actividades normales en este municipio.
A diferencia de hace unos meses, cuando los habitantes se armaron de valor y vigilaban las entradas de las localidades, actualmente no hay personas en los accesos, ni guardias comunitarias, sólo están algunas cadenas en la entrada por el Puente de Guadalupe, que conecta a Coxolitla de Abajo y Coxolitla de Arriba, destacando la única abierta que conduce a la Base de Operaciones Mixtas (BOM).
“Si detectan un vehículo desconocido, los habitantes llaman a más vecinos, a veces tocan la campana de la parroquia y cuestionan al conductor sobre su destino, más si tiene placas de otro Estado o nunca se le ha visto por aquí”, comentó un habitante de la zona que accede a dialogar sobre la vida en Acultzingo, con la condición de no ser identificado ni grabado, “yo sólo le platico, no grabe ni me tome foto, porque no quiero problemas”.
Recomendó no cuestionar a la gente de las comunidades, porque algunos se han radicalizado ante el temor de que delincuentes vuelvan por estos rumbos, y tienen desconfianza de cualquier persona ajena al lugar, aunque se acredite como reportero.
“Todos sufrimos la inseguridad y no queremos que regrese. Por eso no corremos ningún riesgo. La estrategia es sencilla, es como el vecino vigilante; parece que no estamos atentos, pero en realidad siempre hay alerta para no permitir extraños”, afirmó con seguridad.