Por: TOMÁS GONZÁLEZ JIMÉNEZ / columnista
¡CUIDADO CON EL PARTIDO VERDE ECOLOGISTA!
Uno de los escándalos mayúsculos que se suscitaron recientemente en el Senado de la República, es la licencia que solicitó el senador Manuel Velasco Coello para separarse del cargo, habiendo protestado cumplir y hacer cumplir todos los compromisos que de ello se derivan, por el hecho de regresar al Estado de Chiapas para terminar su mandato como gobernador del mismo.
Para tal caso se sometió a votación en el Senado, pero lo más curioso e irregular fue que hubo dos votaciones, en la primera se le negó y en la segunda se le concedió la petición solicitada.
En esos hechos, el solicitante violó doblemente el juramento de los dos compromisos adquiridos como Gobernador y Senador, no cumpliendo cabalmente esas comisiones.
Eso da la apariencia de que los partidos políticos nacionales continúan actuando como siempre, lo que ha permitido que a través del tiempo la clase política haya cometido tantas irregularidades que han perjudicado grandemente a los electores que han representado, actuando pensando en sus conveniencias personales.
Y eso el pueblo mexicano ya no lo desea, sino que los supuestos representantes populares deben cumplir totalmente con las comisiones que se les encomiendan, es decir, con el tiempo marcado por las leyes electorales, para que ya no sigan brincando como chapulines de puesto en puesto, sólo obedeciendo a sus intereses particulares.
Debe recordarse que el Partido Verde Ecologista ha sido desde siempre un instituto político muy cuestionado, pues desde su fundación le han señalado infinidad de violaciones a los lineamientos que marcan las instituciones electorales, pero éstas siempre lo han protegido como son el Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así como los propios Gobiernos federales, sencillamente porque siempre estuvo actuando en confabulación con el que fue el partido oficial, es decir, el Revolucionario Institucional.
Todo eso, al grado que siempre pidieron su anulación como partido, y ahora parece que se ha incorporado a las nuevas corrientes políticas, que lo hace peligroso en esta época que ya se viene vislumbrando la transformación sobre bases firmes del nuevo México que siempre ha venido pidiendo el pueblo mexicano.
Manuel Velasco Coello, toma posesión como Senador y a dos días solicita licencia para retornar como gobernador de Chiapas, negándosela el Congreso, pero sorpresivamente, a una segunda votación se la concede, lo que refleja que parece que esas situaciones no cambian, por lo que una vez más se violan los juramentos que hizo en las dos situaciones, al no cumplir con los períodos de tiempo por los que juró cumplir y hacer cumplir.
Se debe mencionar que ese personaje se ha distinguido por ser un represor en contra de los líderes sociales en el Estado de Chiapas, afirmación que hizo en su momento la CNDH, pero lamentablemente parece que sigue la intención de concederle siempre todo, en atención a sus intereses personales.
Una medida saludable sería que el actual Congreso de la Unión llegara a un punto de acuerdo para aprobar que los diputados y senadores y cualquier representante supuestamente popular, deben terminar sus períodos de tiempo como lo marca la Ley Electoral y la Constitución, es decir, de tres y seis años, respectivamente.
De no cumplirse la Ley y la Constitución, cabalmente, por servidores supuestamente populares, sean uninominales o plurinominales, no habrá cambio como lo desea el pueblo mexicano.
Si es verdad que a veces se hacen compromisos a través del desarrollo en elecciones electorales, donde va en juego el beneficio o perjuicio de la ciudadanía, debe optarse por el del beneficio, para que verdaderamente se empiece a ver que los nuevos cimientos por donde se va a reconstruir sean sólidos, para que tenga un verdadero resurgimiento este País, que actualmente está destrozado.
