El paso del huracán Rafael por el occidente de Cuba ha dejado tras de sí un panorama desolador. Con categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, el ciclón tocó tierra el miércoles a las 16:20 hora local por la costa sur de Artemisa y se desplazó rápidamente hacia la costa norte de Pinar del Río, dejando un rastro de destrucción durante su paso por varias provincias cubanas.
El gobierno cubano, en su primera evaluación de daños, ha reconocido que las afectaciones han sido “muy fuertes” en varios sectores clave: viviendas, infraestructura y la agricultura. En su intervención, el presidente Miguel Díaz-Canel detalló que las provincias más afectadas fueron Artemisa, Mayabeque y La Habana, donde las tormentas y los vientos alcanzaron hasta 185 km/h y las lluvias llegaron a los 200 milímetros, lo que provocó inundaciones y graves daños estructurales.
El huracán, que afectó a más de cuatro millones de cubanos, también generó un apagón total en el país, siendo el segundo evento de “cero cobertura energética nacional” en menos de dos semanas. La situación eléctrica es una de las principales prioridades de las autoridades, que han señalado que la reparación de los sistemas eléctricos será una tarea compleja, especialmente en el occidente del país donde las líneas y los postes de energía están severamente dañados por los vientos.
El primer ministro Manuel Marrero, en una intervención especial en la televisión estatal, aseguró que se está trabajando en el restablecimiento de la energía, especialmente en el centro y oriente de Cuba, aunque en el occidente el proceso será más lento. Las autoridades han pedido paciencia a la población mientras se gestionan los daños y se restauran los servicios.
A pesar de la magnitud de los daños, las autoridades cubanas han expresado su compromiso con la recuperación. “Tengan la seguridad de que nos recuperaremos y saldremos adelante. ¡Hasta la victoria siempre!”, concluyó Marrero, dejando claro que, aunque el camino hacia la reconstrucción será largo, Cuba se mantiene unida frente a la adversidad.
Este es el segundo huracán que toca tierra en Cuba en lo que va del año. El huracán Óscar, que pasó hace poco más de dos semanas por el extremo nororiental de la isla, también dejó un saldo trágico, con 8 muertes y miles de viviendas y hectáreas agrícolas afectadas. Las autoridades ahora se enfrentan a una nueva emergencia que requerirá un esfuerzo nacional para devolver la normalidad a las zonas más afectadas.