Córdoba.- Con la imposición de la ceniza bajo las palabras: “Polvo eres y en polvo te convertirás”, inició ayer la Cuaresma.
Para los fieles católicos es una invitación a la reconversión y confianza en Dios para poder vivir en alegría. La Cuaresma es la antesala a la Semana Santa, tiempo considerado para recordar la muerte y resurreción de Jesucristo.
Ayer por la mañana se llevó a cabo el acto litúrgico para la bendición de las cenizas en la Catedral de la Inmaculada. El obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, recordó que se trata de un tiempo de reflexión para considerar que la vida es poca y se va acabando en su forma terrenal y poder alcanzar el premio de la “vida eterna”.
Es por ello, que la Cuaresma debe aprovecharse para hacer el bien, al recordar que Jesús en sus inicios predicaba “arrepiéntete y cree en el evangelio”.
“Éste es un buen momento para pasar de la corrupción a la transparencia, así como para el reconocimiento de los errores y el arrepentimiento de los mismos” dijo Patiño Leal.
“La Cuaresma es un camino de superación. Hay tres recomendaciones especiales que se hacen: Reforzar los momentos de oración para crecer en la amistad con Dios, ayuno y abstinencia, privándonos de algo para darle a los pobres”, indicó.
Por tratarse de una época de cambio de actitudes, recordó que cada Miércoles de Ceniza, se lleva a cabo una colecta en todas las parroquias para el apoyo a Cáritas Nacional, que incluye un Fondo de Desastres Naturales, asi como solventar gastos de Cáritas de Córdoba para la atención a enfermos de cáncer en el albergue y otros que solicitan la ayuda.
Además de un porcentaje destinado a proyectos parroquiales que en su momento se emplean para solventar ciertas necesidades especiales, por ejemplo, el año pasado se destinaron 80 mil pesos a familias en situaciones de riesgo y con ello lograr su reubicación.
Añadió que el próximo jueves 22 de febrero al viernes 23, se llevará a cabo en las iglesias una Jornada de Ayuno y Oración como acto especial para pedir por la erradicación de la crueldad, dolor, muerte y violencia que se vive a nivel mundial y de las que México no ha quedado exento con las familias víctimas de la delincuencia o la desaparición de un ser querido.
