Cruz Azul selló su pase a los octavos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf con una aplastante goleada 5-0 sobre el Real Hope haitiano, logrando un global de 7-0 en la serie. El marcador refleja el dominio absoluto de La Máquina, que no dio oportunidad al equipo rival en el Estadio Olímpico Universitario.
El partido estuvo marcado por la contundencia de los jugadores celestes, quienes no necesitaron mucho tiempo para demostrar su superioridad. Ángel Sepúlveda abrió el marcador al minuto 21 con un cabezazo tras un error del portero haitiano. Apenas tres minutos después, Sepúlveda repitió con otro remate en el área chica. Gabriel “Toro” Fernández amplió la ventaja al minuto 26 con un impresionante disparo de media distancia, mientras que Andrés Montaño puso el 4-0 al minuto 60 con un cañonazo al poste izquierdo. Finalmente, Fernández cerró la cuenta con un gol a placer, eludiendo al arquero y colocando el 5-0 definitivo.
Sin embargo, lo que más llamó la atención no fueron los goles, sino una jugada que quedará en la memoria de los aficionados como una de las fallas más insólitas del año. Ignacio Rivero, capitán de Cruz Azul, desperdició una oportunidad inmejorable frente al arco. Tras un rebote, el uruguayo quedó solo con el arco vacío y el portero rival, Gooly Elien, fuera de posición. Con el arco abierto, Rivero controló el balón con la pierna derecha y, a solo unos centímetros de la línea de gol, envió el balón fuera del campo, ante la incredulidad de todos los presentes.
A pesar de este curioso episodio, la victoria no estuvo en peligro. Cruz Azul demostró su fuerza y ahora se prepara para enfrentar nuevos retos en su camino hacia el título de la Concacaf. Pero, sin duda, la jugada de Rivero será tema de conversación por un buen rato.
