Córdoba.- Seis años al frente de la parroquia en Loma Bonita, Oaxaca, paso obligado de migrantes, le dejó al padre Juan Martínez Flores, una experiencia muy cruda, pero real de lo que viven los migrantes diariamente durante su paso por México.
El párroco señaló que por Loma Bonita al día logran pasar entre 10 y 15 migrantes, quienes llegan después de caminar por uno o dos días sin comer, por lo que les ofrecía un techo, una colchoneta, un petate, un lugar para asearse y descansar.
En ese sentido comentó que un verdadero migrante es el que va de paso, por ello les dan la oportunidad de quedarse solamente una o dos noches, para después seguir con su camino.
“Las historias que ellos comentan de su camino son muy inhumanas, van desde el rechazo, la violencia, secuestros, o hasta de que mataron a algún familiar o amigo que los acompañaba, situaciones reales, por ello en lo que podíamos colaborar, con mucho gusto lo hacíamos, desde nuestro punto de vista de fe”, dijo.
El representante de la iglesia relató que cuando se descarriló el tren en junio del año pasado, les tocó atender entre 80 y 100 migrantes al día, situación que unió a la sociedad, incluso a Loma Bonita arribo los Cónsules de El Salvador y el de Honduras, el grupo beta, quienes se pusieron a nuestro servicio.
Por ello señaló que existe el debate de que a quienes le corresponde apoyar a los migrantes, asegurando que nos corresponde a todos, en ese sentido ejemplificó lo que pasa en Loma Bonita, “Una sola familia no tiene la capacidad para atender a un migrante, todas las familias me los mandaban a la parroquia, les decían que el padre era muy bueno, por ello era más fácil que llegaran ahí conmigo”, comentó.
Enfatizó que la vida de los migrantes es una cruda la realidad, desde abuso de policías, la intromisión del crimen organizado, son víctimas de secuestros, además en la actualidad ya se habla de una cuota de 100 dólares sólo por seguir viajando en el tren, “en Coatzacoalcos y Minatitlán ya no los dejan subir al tren, sin antes pagar su cuota”.
El párroco reconoció que existe omisión por parte de las autoridades, “no lo quieren ver, sin embargo es una realidad, desconozco la función de las autoridades, realmente no sé cuáles sean, se les escapa de las manos, no sé realmente que esté pasando, pero el llamado es tanto para las autoridades como para todos nosotros, porque todos tenemos la responsabilidad de cuidar la integridad del migrante y ayudarle en su camino”.
Finalmente comentó de la necesidad de más lugares donde ayuden a los migrantes en su paso por México, ya que dijo que entre un lugar y otro, los migrantes pueden tardar días en llegar, lo que implica viajar si comer, sin asearse y a veces hasta sin dormir.
Ricardo Jácome Zavaleta
El Buen Tono