Mariana G. Hernández
El Buen Tono
Orizaba. – Desde hace más de dos años, los fotógrafos independientes que siempre permanecían a las afueras de las iglesias, salones de fiestas e incluso instituciones educativas, listos para disparar con su lente y captar el mejor recuerdo, enfrentan una severa crisis económica.
La pandemia, el confinamiento y la llegada de celulares con cámaras de alta resolución, provocaron que este oficio cada vez más esté en riesgo de desaparecer.
El fotógrafo Jorge García, reconoció que este año con las graduaciones, los profesionales de la lente han tenido un “ligero” respiro y han logrado incrementar sus ventas casi hasta en un 50 por ciento.
“Los tiempos ya no son los mismos de antes, ahora muchas personas ya no quieren tomarse la foto del recuerdo, porque lo hacen ellos mismos con su celular”, acotó.
Manifestó que es un gremio que cada vez está siendo olvidado y no solo por la llegada de los teléfonos, sino porque ya no se imprimen las fotografías, y los pocos que lo realizan, a quienes se las toman no las compran y se vuelve un gasto inútil, que deja sin comer y sin trabajo a este sector.
Para finalizar, reconoció que son pocas las personas que aún piden una fotografía del recuerdo, pero hay quienes ya no les interesa y solo optan por captar el momento a través de su dispositivo móvil.
