Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco inauguró hoy una asamblea mundial de la Iglesia católica mostrando su aparente molestia con los líderes clericales que por momentos han librado una amarga lucha pública entre progresistas y conservadores en temas sobre la familia.
El sínodo es el primero desde la elección de Francisco hace 19 meses y tiene el mandato de cambiar a una institución golpeada por una disminución de sus miembros en muchos países y escándalos que incluyen abusos sexuales contra menores por parte de sacerdotes e irregularidades en las finanzas del Vaticano.
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