Adriana Estrada
El Buen Tono
Orizaba.- “Los cristianos están invitados a vivir felices, pero sin lastimar a otros o a expensas del dolor de otro”, dijo el Obispo de Orizaba Eduardo Cervantes Merino, durante la homilía celebrada este domingo en la Catedral de San Miguel Arcángel.
Aunque se vive un mundo violento, donde todo se quiere fácil, un mundo consumista y donde todavía se piensa que el que tiene más dinero es más feliz, o que es la única manera de ser feliz.
El Prelado dijo que hechos como el ocurrido en la comunidad de El Tejocote, municipio de La Perla, donde el niño Samuel fue asesinado por su amiguito de 9 años, quien le disparó en la cabeza, es una llamada de atención para preguntarnos qué trabajos se están haciendo para procurar la paz.
“A veces nos escandalizamos y pelamos los ojos por situaciones tan graves como hace una semana nos pasó tristemente en La Perla, pero: ¿cómo construimos valores de educación en la casa? ¿cómo estamos construyendo las relaciones humanas? Esas son llamadas de atención para nosotros los cristianos, porque el mundo puede cambiar cuando trabajamos por la paz”.
Expuso que la paz se pierde de manera personal, en la familia, con los amigos y cada vez más en el país, se perdió esa paz donde se sabe que no se tiene tranquilidad, donde las situaciones se vuelven tan complejas, sin embargo, la paz no se va a resolver solamente desde un ámbito, sino que es tarea de todos y se necesita buscar los caminitos para edificar y
construirla.
Aseguró, en ese sentido, que este panorama tan difícil que vive el país puede cambiar si se pone a Dios en el centro, pensando en el hermano, en su dolor, sufrimiento, sobre todo, siendo compañeros cuando las cosas no van bien en la vida del prójimo.