Cristiano Ronaldo, con 39 años y una carrera repleta de trofeos, decidió desafiar la superstición y tocó la Copa antes del inicio de la final de la Supercopa de Arabia Saudita. Esta tradición, que muchos jugadores evitan por miedo a la “maldición”, no impidió que el portugués y su equipo, el Al-Nassr, sufrieran una dura derrota.
El Al-Nassr se enfrentó al Al-Hilal en el Prince Sultan bin Abdulaziz Sports City y salió con las manos vacías tras una goleada de 1-4. A pesar de que Ronaldo abrió el marcador casi al final del primer tiempo, el Al-Hilal respondió con fuerza en la segunda mitad. Sergej Milinkovic-Savic empató en el minuto 55, Aleksandar Mitrovic anotó un doblete y Malcom selló el resultado final en el minuto 72.
En las estadísticas, el Al-Nassr registró cinco remates frente a los nueve de sus rivales. Con el marcador en contra, Ronaldo no pudo evitar mostrar su frustración en el campo, realizando gestos polémicos, como llevarse las manos al rostro en señal de descontento.
¿Fue la ‘maldición’ real o simplemente un mal día para el luso? Lo que está claro es que la superstición sigue siendo un tema candente en el mundo del fútbol.
