Orizaba.- Tan sólo una hora bastó para que delincuentes “cristalearan” el auto de un empleado, quien lo dejó estacionado en la Sur 29 y Oriente 4 mientras cenaba con su novia.
Fue el agraviado quien se presentó ante la Unidad Integral de Procuración de Justicia (UIPJ) para señalar que estos hechos ocurrieron el fin de semana pasado, cuando se trasladó a un negocio de comida ubicado en el cruce de dichas calles a bordo de su Honda City.
Dejó aparcado el carro a escasos metros de donde cenaba, después de un par de horas salió del lugar y se dirigió hacia donde había dejado su auto, observando que el vidrio de la portezuela izquierda estaba destrozado.
Al revisar el interior de la unidad, el agraviado se percató de que el equipo de sonido y otros accesorios habían sido sustraídos, sin que nadie se diera cuenta de lo ocurrido, por lo que solicitó el apoyo de la Policía Municipal.
A pesar de que los uniformados fueron en busca de los maleantes, no pudieron ser ubicados, por lo que el afectado decidió interponer su querella ante el Fiscal en turno de la UIPJ.
