AGENCIA
Jartum.- La situación en Sudán ha alcanzado niveles críticos, con los más vulnerables, los niños, sufriendo las consecuencias más devastadoras. James Elder, portavoz de UNICEF, ha lanzado un llamado de emergencia, advirtiendo que “llevamos más de un año diciendo que los niños de Sudán no pueden esperar. Pues bien, ahora se están muriendo”. Este sombrío aviso refleja la grave crisis humanitaria que enfrenta el país, donde decenas de miles de niños están al borde de la muerte debido a la inanición.
El conflicto entre las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Apoyo Rápido ha causado un desplazamiento masivo, con más de 10,7 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares. Entre ellos, 5 millones son niños que se encuentran sin acceso a servicios básicos, seguridad y, crucialmente, alimentos.
Uno de los incidentes más trágicos ocurrió el pasado sábado en Jartum, cuando un ataque de artillería impactó una instalación de UNICEF. Dos niños perdieron la vida y al menos otros ocho resultaron heridos mientras jugaban al fútbol en el sitio. Este ataque subraya la magnitud de la crisis y la vulnerabilidad extrema de los niños en medio del conflicto.
La situación en el campo de desplazados de Zamzam, en la región de Darfur, es especialmente alarmante. La semana pasada, personal humanitario de la ONU confirmó que la hambruna ha llegado a este campo, donde miles de personas viven en condiciones precarias. Elder advirtió que sin un acceso seguro y sin obstáculos a la ayuda humanitaria, la crisis de hambruna en Zamzam podría extenderse a otras 13 zonas del país, donde ya residen 143 mil niños que sufren de desnutrición severa. “Si no se toman medidas al respecto, decenas de miles de niños sudaneses corren el riesgo de morir en los próximos meses”, afirmó Elder.
La combinación de hambruna, conflicto y la amenaza de enfermedades crea un escenario de emergencia en el que las vidas de los niños están en grave peligro. La desnutrición severa y cualquier brote de enfermedad podrían agravar aún más la situación, elevando las tasas de mortalidad infantil.
La comunidad internacional ha sido criticada por su falta de acción efectiva. Tanto James Elder como Farhan Haq, portavoz adjunto del Secretario General de la ONU, han hecho llamados urgentes para un alto al fuego inmediato. Haq acusó a las partes en conflicto y a la comunidad internacional de “hacer la vista gorda” ante el sufrimiento masivo, advirtiendo que esta apatía podría sentar un peligroso precedente en la protección de los derechos de los niños en situaciones de conflicto.
