Estados Unidos.- Ni siquiera un penalti es suficiente para que el Tricolor pueda hacer un gol. Sequía anotadora, maleficio de no poder ganar en el 2013 que se encargó de perpetuar Ángel Reyna, quien no pudo acertar al 69’ su disparo desde los 11 pasos ante Perú.
Empate a cero que sabe a caída, evidencia de una crisis tricolor, que ni en los amistosos ante combinados, en el papel más débiles, José Manuel de la Torre, puede solucionar.
Lo que parecía un regalo arbitral, luego una polémica falta sobre Omar Bravo dentro del área pudo levantar el rating de México. Reyna, al ser frustado por desde el manchón de panalti por José Carvallo aumentó la presión sobre El Chepo.
Lejos de tomar confianza, de subsanar los ánimos en el seno de la Selección Mexicana, el entrenador de los ayer vestidos de negro ya tiene una olla de presión encima.
Alguna vez, Ricardo Ferretti, hoy técnico de los Tigres, calificó a los juegos de la Selección Mexicana en Estados Unidos y con convocados no habituales como “moleros”. El encuentro de ayer le hizo honor a esa descripción hecha por el Tuca.
Estéril dominio del equipo de México, ensayo fallido para buscar remedios a todos los achaques que acusa la Selección Nacional.
El técnico tricolor, volvió a presenciar cómo su equipo carecía de punch al frente, como lo que había mostrado en los partidos pasados de este año y que lo mantienen en el quinto lugar del Hexagonal fuera del Mundial de Brasil 2014.
Intensidad, garra, lucha, argumentos insuficientes como para vulnerar a unos peruanos resistentes, que poco a poco se fueron diluyendo en cuanto a su fiereza y así evidenciar al Tri una vez más.
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