Córdoba.- A tres días de la celebración del “Día de la Candelaria” (2 de febrero), los comerciantes lamentan la caída en la venta de artículos de temporada y la falta de interés de una parte de la población que, con el paso del tiempo, va olvidando la tradición de “vestir al Niño Dios”.
La celebración de la Candelaria recuerda el momento en que José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Según la costumbre, aquellos a quienes les tocó el “niño” en la rosca de Reyes, deben acudir al templo durante el día de la Candelaria y presentar al Niño debidamente vestido. La débil situación económica en la región, sin embargo, afecta también a las tradiciones.
Trajes de 120 a 180 pesos
La escasa venta de artículos de temporada se ha notado especialmente en las inmediaciones del mercado Revolución. Los precios son los mismos que el año pasado, pero las ventas, hasta hoy, han caído de manera sustancial.
“La tradición se pierde con los años. La gente acostumbra a cumplir, pero cada vez es menos la demanda”, explica Valentina Saavedra, vendedora de trajes de Niño Dios durante seis años.
La situación económica no es alentadora. El desempleo y la crisis en el sector agrícola están provocando una fuerte migración de las zonas rurales a los centros urbanos del estado, agrandando los cinturones de miseria en ciudades como Córdoba, a la deriva en inversión empresarial. El estado no logra quitarse la losa de ocupar el cuarto lugar entre las regiones con mayor índice de pobreza extrema, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A los vendedores de artículos de temporada, no les queda más remedio que confiar y esperar al fin de semana, por la cercanía del día de la Candelaria y, sobre todo, porque se realizan los pagos de quincena.
Según la costumbre, el Niño Dios debe ir vestido con traje de bebé en el primer año, con ropón el segundo, y, finalmente, del santo que decida la persona durante el tercer año. “Arropar” al Niño tiene un coste que va de los 40 a los 80 pesos para las figuras más pequeñas, y de 120 a 180 pesos para las de mayor tamaño. No todos los ciudadanos pueden permitirse ese gasto.
Yessica Martínez Argüelles
El Buen Tono