AGENCIA
Nacional.- Carlos Marentes, director del Centro de Trabajadores Agrícolas Fronterizos en El Paso, ha denunciado una situación crítica entre los campesinos debido a la falta de implementos de protección y acceso limitado a agua potable en los campos agrícolas de la región. Esto ha resultado en casos generalizados de deshidratación crónica, exacerbados por las altas temperaturas que superan los tres dígitos en la región fronteriza de Nuevo México y Texas.
Marentes destacó que la situación es especialmente grave durante el ciclo agrícola, que está en pleno apogeo en el Sur de Nuevo México y otras áreas adyacentes. La falta de protección contra el calor y la negación de acceso al agua potable para beber han llevado a condiciones extremas entre los trabajadores agrícolas, quienes enfrentan riesgos significativos para su salud y seguridad.
El líder agrícola hizo un llamado urgente a las autoridades de ambos estados para que garanticen el cumplimiento de los derechos laborales de los trabajadores agrícolas, subrayando la importancia de la solidaridad comunitaria y el apoyo de organizaciones afines para abordar esta crisis.
En respuesta a la situación, el Centro de Trabajadores Agrícolas Fronterizos está solicitando donaciones de botellas de agua, ropa adecuada, sombreros y otros artículos que puedan ayudar a proteger a los trabajadores del calor extremo. Las donaciones pueden entregarse en su ubicación en el 1040 N. Oregon en El Paso, o contactando al teléfono (915) 873-8933.
A pesar de las recomendaciones nacionales para mantenerse fresco e hidratado durante el calor extremo, la realidad en los campos agrícolas contrasta drásticamente con estas directrices de salud pública. Marentes instó a los trabajadores a ejercer sus derechos y a la sociedad a reconocer la importancia vital de su labor, que asegura el suministro de alimentos para las familias estadounidenses.
La industria agrícola en la región, que emplea a unos cinco mil trabajadores en condados como El Paso, Doña Ana, Sierra, Hidalgo y Luna, está enfrentando un desafío sin precedentes este verano. A medida que continúa la temporada de cosechas, con la recolección de cebolla y la próxima cosecha de chile, se espera que más trabajadores se vean afectados por las duras condiciones climáticas y la intensidad del trabajo en los campos.
Marentes concluyó enfatizando la necesidad de construir un movimiento que defienda la justicia climática y los derechos laborales no solo para los trabajadores agrícolas, sino para todos aquellos que realizan labores al aire libre en condiciones adversas.
