Agencias
México.- A pesar de que el control de las aduanas fronterizas está en manos de militares, el crimen organizado sigue operando sus propios “impuestos” paralelos. Empresas y usuarios que importan productos a México deben pagar tarifas ilegales que van de 100 a 2 mil dólares, según un listado de 215 productos que los delincuentes entregaron a agencias aduanales en zonas como Tijuana, Ciudad Juárez y Nuevo Laredo.
Este sistema de extorsión afecta principalmente a maquiladores, transportistas y tramitadores, quienes reportan que las cuotas criminales aumentaron considerablemente en los últimos meses del sexenio anterior. Los cobros no se limitan a productos importados legalmente, sino que también se aplican a quienes ingresan mercancías de forma irregular. Los delincuentes utilizan información confidencial de las aduanas para localizar a las empresas y exigir el pago de las tarifas.
Aunque la Sedena y la Marina tienen a cargo 50 aduanas en el país desde 2022, grupos criminales coludidos con empleados civiles logran acceder a bases de datos sensibles para identificar las mercancías y clientes. Esta extorsión ha alcanzado niveles preocupantes, aunque curiosamente no incluye a los hidrocarburos de contrabando, un negocio conocido como “huachicol fiscal”.