Córdoba.- Veracruz ocupa el segundo lugar a nivel nacional en infantes obesos y el sitio 23 entre la población adolescente, cifras preocupantes porque son propensos a desarrollar diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, cáncer y deformación ósea.
De acuerdo a cifras oficiales, cuatro de cada 10 niños padecen sobrepeso y obesidad, informó Magdalena Hernández Garduño, jefa de Enseñanza de la Coordinación de Nutrición en el Instituto Mexicano del Seguro Social, en Veracruz Sur.
Luego de que se dio a conocer que México superó a Estados Unidos en el problema de obesidad, convirtiéndolo en el primer país en América Latina con el mayor número de obesos, las autoridades del Sector Salud, intensificarán las medidas para revertir las cifras.
Hernández Garduño explicó que en promedio mensual el servicio de Nutrición y Dietética del Hospital General Regional de Orizaba, otorga 400 consultas, derivadas de las UMF y de las consultas de especialidades.
De las 400 consultas, un número significativo son niños y adolescentes, de ahí la importancia de que en el hogar, principalmente, se adopten adecuados hábitos alimenticios.
Precisó que el problema no está en las escuelas o en la calle, sino es el seno de la familia en donde se gesta el problema de la obesidad, que a corto, mediano y largo plazo causa serias consecuencias de salud y hasta acortamiento de la esperanza de vida.
Para este periodo vacacional sugirió no modificar radicalmente los horarios y hábitos de alimentación, pues es común que se levanten tarde y realicen paseos, en los cuales con tal de que los infantes no estén en ayuno prolongado, las madres ofrecen algún producto industrializado o comidas rápidas que se ofrecen en la calle, lo que resulta perjudicial, dado que la generalidad de estos productos son 100 por ciento azúcar, así como de grasa e hidratos que al consumirlos, el 40 ó 50 por ciento de ellos permanecen en el organismo, el problema se agrava cuando no se realiza ninguna actividad física.
La especialista hizo un llamado a reorientar los hábitos alimenticios, acercándose a los servicios de salud para recibir amplia orientación sobre los alimentos que son benéficos y cuáles pueden consumirse eventualmente, así como aquellos que definitivamente deben estar fuera de los mesas familiares, buscar información sobre el plato y la jarra del buen comer y beber, que indican qué tipo de productos deben ser la base de la dieta y cuáles incorporar en menor cantidad, y por último y no menos importante es realizar todos los días, al menos 20 minutos de actividad física.
Agencia