Amatlán.- Incertidumbre y miedo entre la población dejó la explosión de la noche del miércoles, luego de saberse que hay personas desaparecidas; ayer localizaron otro muerto y en dos escuelas no hubo clases por seguridad.
Las pérdidas económicas son cuantiosas, debido a que se quemaron dos hectáreas de caña que no podrán ser procesadas por la contaminación que ocasionó el derrame de hidrocarburo y el estallamiento de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Resultaron afectados algunos cultivos de café que se perdieron por la quema provocada, además de registrarse la contaminación con hidrocarburo de un arroyo que pasa por Los Ángeles, que desemboca al río Blanco, uno de los más afectados.
Por la misma situación, la Telesecundaria de La Patrona y la primaria Nicolás Bravo suspendieron actividades ante el temor de otro siniestro y para proteger la integridad de los menores de edad, maestros y demás personal que presta servicios.
Los habitantes temerosos esperan les indiquen qué medidas deben de tomar ante siniestros como el referido, pues temen por su salud, luego de respirar por varias horas el humo de combustible quemado, así como otras medidas que les permitan salvaguardar su seguridad.
