Córdoba.- Interminables son las quejas de los cordobeses por el pésimo desempeño del Juzgado Segundo de Primera Instancia de esta ciudad, ubicado en la avenida 3, esquina con calle 6, donde con un “criterio” totalmente alejado a Derecho, condenan sin miramientos, en el expediente con número 289/2009, a un ciudadano a pagar diez millones de pesos por cuestiones de abolengo.
Al parecer, los de este juzgado ven demasiadas telenovelas o pensarán que estamos todavía en épocas de la emperatriz Carlota, ya que es tal su corrupta manera de proceder, que basaron dicha sentencia en artículos que no aplican en este estado, sin importarles que con estas sentencias ridículas, destinan al ciudadano que de buena fe acude a este juzgado, a pedir justicia por años y a permanecer incrustado en un juicio para llegar hasta instancias en la capital del estado a apelar despiadadas sentencias fuera de todo Derecho y ahí encontrar finalmente la justicia que en la primera instancia vendieron.
Este medio se dio a la tarea de entrevistar al juez José Manuel Jiménez Santés, encargado de dicho juzgado, quien comentó que trabaja conforme a Derecho y que existen las instancias para cualquier reclamo que la ciudadanía pudiera tener en relación al mal actuar del mismo, como acudir al Tribunal Superior de Justicia, lo que sólo nos hace recordar cómo en su día, manifestaban los hoy ex directores de Tránsito y Policía que en total acuerdo con la delincuencia organizada actuaban impunemente, haciéndose los decentes en entrevistas, cuando era bien sabido lo inmiscuidos que estaban, al grado de haber sido cesados de sus cargos, situación que esperemos se repita con este tramposo y corrupto juez, que juega con las leyes y su “criterio”, para cobrar jugosas cantidades a tramposos como él.
¿Hasta cuándo el Tribunal Superior de Justicia del Estado seguirá permitiendo dentro de sus filas a jueces de esta calaña?
Es importante recordarle al juez Jiménez Santés que hay innumerables inconformidades en contra del juzgado que él representa, por lo que este medio se pone a la disposición de todo aquel ciudadano al que le haya violado sus derechos este juez, para hacerlo público hasta lograr que asignen a nuestra ciudad a jueces con probada solvencia moral.
Viridiana Bretón
El Buen Tono