De la Redacción
El Buen Tono
Fortín.- La administración municipal de Gerardo Rosales Victoria vuelve a ser señalada por actos que evidencian un claro tráfico de influencias.
El ayuntamiento decidió rentar la casa de Enrique Muñoz, conocido como “El Paleta Payaso”, para establecer las oficinas del sistema de agua potable.
Dicho personaje, vinculado al PRI, se beneficia de una decisión que es más política que administrativa.
La pregunta es inevitable: ¿por qué favorecer a un priista cuando el presidente municipal pertenece a Morena, un partido que se llena la boca con discursos de cambio y combate a la corrupción en el país?
Lo que debería ser una oportunidad para apoyar a ciudadanos en necesidad económica, terminó siendo un regalo para un político con conexiones partidistas en la zona.
Insensible
La falta de sensibilidad y transparencia en estas decisiones es indignante, dijeron vecinos.
En Fortín hay decenas de familias que podrían haber ofrecido sus propiedades para este fin, generando ingresos y distribuyendo los recursos públicos de manera más justa.
En cambio, Rosales Victoria opta por beneficiar a un personaje que no representa ninguna urgencia económica, pero sí intereses políticos.
Favoritismo
Esta práctica es constante. En Córdoba, la Fiscalía General del Estado rentó la casa de la ex alcaldesa panista, Leticia López Landero, señalada por el Orfis por un daño patrimonial de 107 millones de pesos.
En ambos casos, se privilegia a figuras políticas con antecedentes cuestionables mientras las verdaderas necesidades de los pobladores son ignoradas.
Gerardo Rosales Victoria lejos de gobernar para el pueblo demuestra que su administración opera para los suyos.