De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- La ciudad de Córdoba, pese a estar atravesada por numerosos arroyos y cuerpos de agua que podrían abastecer a la ciudad, hoy la población depende de una costosa obra de infraestructura para recibir el líquido vital, pues se tiene que traer desde Nogales.
La razón es indignante: todos los ríos locales están contaminados, y la administración de Hidrosistema parece más interesada en enriquecer a unos cuantos que en solucionar la crisis ambiental y de infraestructura.
Como se recordará, la paramunicipal realizó el pago millonario de 11 millones de pesos a los Barquet, miembros del comité del agua, para permitir el paso de un ducto por una parcela que, casualmente, habían adquirido meses antes.
Esto es sólo un ejemplo más de las prácticas corruptas que desangran a los cordobeses. En vez de invertir esos recursos en limpiar los arroyos de la ciudad, como el San Antonio, el Seco o el Metlac, y aprovechar su potencial, se opta por importar agua desde Nogales o regiones aledañas, aumentando los costos para el ciudadano.
Además de no sanear los ríos, no invierten en obras hidráulicas y las plantas de tratamiento de aguas no funcionan.