Xalapa.- El procurador de Justicia del estado, Luis Ángel Bravo, tuvo que salir corriendo y meterse a una patrulla para evitar la lluvia de cualquier tipo de objetos contra la unidad de Seguridad Pública
El Procurador de justicia del Estado dentro del carro –con una llanta totalmente ponchada y otra muy baja–arrancó huyendo a gran velocidad por las calles Jalisco y Chilpancingo, lo que desató aún más la furia de los ahí presentes, por lo que arremetieron con todo lo que estaba a su alcance contra los elementos de Policía que se quedaron a resguardar sus vehículos.
A bordo de la patrulla, el Procurador llevaba a uno de los jóvenes que ayudaron a sustraer a la niña Marian Aguilera de la escuela, vecinos de la colonia Progreso y padres de familia de la escuela Justo Sierra, mostraron su insatisfacción y empezaron a desquitarse con los uniformados.
Piedras, palos, botellas y hasta una cazuela de barro salían volando por doquier en la calle Chilpancingo, mientras “las autoridades” huían en camionetas. A algunos policías no les alcanzó la condición física para llegar a la patrulla y subirse, se quedaron atrás e intentaron tomar taxis, pero uno de ellos fue sometido por vecinos que pretendían quedárselo ahí hasta que les regresaran a la menor.
Al escuchar los gritos de “¡Ayuda por favor!”, “¡Auxilio!”, “¡Ayúdenme!”, los policías dejaron los taxis y le gritaron nuevamente a sus compañeros para que regresaran con las camionetas
por su colega.
“¡Para qué se meten con la Progreso, ahora sí van a ver!”, fue la última consigna que lanzaron los vecinos
a los policías.