Córdoba.- Los abuelos tenían una frase para referirse a los tontos: “No rebuznan porque son tardíos”. Y si no quedaba claro, entonces decían: “No rompen un buñuelo a sentones”…
Y a nadie le queda mejor estas descripciones, que al grupo de empresarios cordobeses que a mediados de este mes de marzo se reunieron, primero con la alcaldesa Lety López, y luego con el gobernador Yunes Linares, para ofrecerle su apoyo incondicional y pedir más Seguridad, para insistir en el cambio de estrategias contra la delincuencia, para demandar más atención y vigilancia por parte de los cuerpos policiacos… para externarles su inquietud ante la terrible inseguridad que azota la zona…
Pero al presidente de Observatorio Ciudadano, Gustavo Ortiz Ríos, ni siquiera lo dejaron hablar. No pudo exponer ni sus preocupaciones ni mucho menos sus propuestas. Salieron regañados y regresaron a sus empresas (unos dueños, otros empleados), pero todos agachados y vapuleados, como lo han hecho en su larga historia de lambisconería del gobernante en turno.
El pasado 15 de marzo, un grupo de empresarios cordobeses, encabezados precisamente por Gustavo Ortiz Ríos, quien vivía su Segundo período al frente del Observatorio Ciudadano, se reunió en el Salón Córdoba con Lety López.
Othón Porres, Juan Manuel Carús, Guillermo Rivas, Emilio Gorbeña, Salvador Abella, entre otros, manifestaron su preocupación por el incremento en las ejecuciones, las balaceras, los homicidios, asaltos, robos, extorsiones, secuestros y todo tipo de delitos en la ciudad.
Ortiz Ríos aprovechó nuevamente para proponerle a Lety que tenía a la gente indicada para dirigir la Policía Municipal. Y es que desde hace meses insiste en que es un especialista en el tema, dada su experiencia en el Observatorio Ciudadano, y que conoce a su vez a los especialistas que podrían resolver el tema de la inseguridad en Córdoba.
Lo cierto es que quien decide a los “Altos Mandos” de la Policía en Córdoba es el Gobernador del Estado; Yunes Linares “no suelta prenda” cuando de nombrar director de la Fuerza Municipal se trata y así se los dejó bien claro a ese grupito de cordobeses agachones que citó en Veracruz, a donde acudieron entusiasmados a la cita que tenían con la primera autoridad del Estado, pero se les olvidó que es también el primer empleado de los veracruzanos y quien tiene, además, como principal obligación con sus gobernados, la de ofrecer seguridad, situación que ha quedado muy lejos de cumplir, sin mencionar que también fue su primera promesa de campaña: “Acabar con la delincuencia en 6 meses”… Pero los empresarios insistieron hasta lograr la publicitada reunión con el Gobernador, que los recibió de malas en el Puerto de Veracruz. Una vez instalados en la mesa de trabajo, Ortiz Ríos tomó la palabra, para ser groseramente callado por el Mandatario veracruzano:
¡Tú cállate! ¡Tú no hables! dicen que le dijo. Y después: ¡Lo único que has hecho es proponer mandos con antecedentes penales para dirigir la Policía Municipal! siguió Yunes regañando al empresario, quien solamente atinó a bajar la cabeza y no volver a intentar hablar. ¡Vas a hablar hasta lo último! sentenció Yunes.
La falta de dignidad y de valentía del empresario cordobés, le impidió pararse y salirse del salón. Regañado por el primer empleado de todos los veracruzanos, no atinó ni siquiera a alzar la cabeza, menos la voz.
Y quedó clara también la falta de solidaridad, de compañerismo, de dignidad y compromiso de los demás asistentes. Ahí siguieron escuchando al Mandatario, que los mareó con sus cifras, con sus estadísticas que no reflejan la realidad, sino la mínima parte de lo que sucede, porque el Gobierno muestra los resultados de las denuncias que se interponen, que son un porcentaje muy pequeño de lo que en realidad sucede.
Les dijo que ya vendrían a la ciudad, otra vez, los militares y la Policía Federal, que instalarían retenes, que ya venían las cámaras para ser instaladas en las esquinas, en las avenidas, en los bulevares.
Les dijo que no abandonaba el tema, y que había muchos y buenos resultados… pero ningún empresario se levantó de la mesa y abandonó a un gobernante grosero que no entiende que son los empresarios quienes pagan los impuestos para que este Estado “medio camine”.
No ha entendido el Gobernador que como todo funcionario público se debe a los ciudadanos, y lejos de ello, además de hacerlos viajar, llegan y los regaña, los calla y los humilla, cuando lo que le correspondía era entregar, después de una disculpa por los pésimos resultados en cuanto a seguridad, la promesa y las acciones ¡para darle seguridad a la sociedad!
Pero bien merecido lo tiene Gustavo Ortiz por barbero, por ir rodeado de cordobeses agachones, esclavos satisfechos, que todavía se sienten honrados por ser recibidos por un Gobernador. Bien merecido lo tiene Ortiz Ríos por rodearse de cobardes queda bien. De ciudadanos caducos que mejor se limitaron a tomar apuntes de falsas cifras como Othón Porres, que ni a su edad ha entendido que esa estrategia de lambiscón conformista ha llevado a este Estado al rezago ahora inseguro.
Siguen estos cordobeses con las mismas prácticas de sometimiento ante una autoridad que no da resultados como lo hacían sus ancestros y miren el Veracruz que nos han heredado. La crónica de este encuentro vergonzoso la platican, ahora sí, molestos. Ya después de haber sido maltratados, de tal forma que su “líder”, Gustavo Ortiz, de plano renunció al día siguiente a la dirigencia del Observatorio Ciudadano.
Mal y de malas para Córdoba, sin liderazgos reales frente a los designios de un Gobernador incumplido y grosero que no reconoce que es un empleado de los veracruzanos, y que esos empresarios pagan impuestos que le permiten cobrar su sueldo, y aún así hasta los regaña.
Dicen que, al terminar la reunión, Yunes Linares se disculpó con Ortiz Ríos, y que “reconoció su exabrupto” y ofreció disculpas. “No se preocupe”, diría el vapuleado cordobés, junto a su grupito de indignos que dejaron sus empresas y su ciudad para reunirse con el Mandatario, y que ante la amonestación, lo único que se atrevió a hacer Ortiz Ríos fue, al otro día, renunciar al cargo en el Observatorio, en lugar de levantarse, salirse y actuar con más dignidad y coraje, sumando a esto la falta de solidaridad y compromiso de sus colegas, que ahí se quedaron, mirando y escuchando, sirviendo de floreros a la mesa en la que se vertían mentiras y estadísticas tramposas.
Ahí se quedaron sentados con la misma cara de bobos de siempre estos cordobeses ya caducos, que fueron a pedir y salieron regañados. Pero a lo mejor Yunes Linares tiene razón, pues quienes conocen a estos empresarios, saben que, como decían los viejos: “No rompen un buñuelo a sentones”. Juan Manuel Carús, ni leer bien sabe, ni escribir, pues ni la secundaria terminó. Emilio Gorbeña, ni la tabla del cinco entendió ni mucho menos se la aprendió… así quieren “representar” a los cordobeses frente a un Mandatario que no tiene ni el sentido común ni la paciencia para tratar con estos que: “No rebuznan, porque son tardíos”.
Por eso los resultados de esa reunión.
