AGENCIA
Nacional.- Ana Laura Valdés Corona, hija de Jesús Valdés Peña, quien recientemente fue nombrado coordinador de organizaciones internacionales y enlace con mexicanos en el exterior en la precampaña de Claudia Sheinbaum, ocupa un cargo en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) sin tener experiencia diplomática ni en el servicio público, según información revelada.
Valdés Corona, nutrióloga de profesión, dirige actualmente la oficina de pasaportes de la zona oriente de la Ciudad de México, específicamente en Iztapalapa. Su cargo, que comenzó en septiembre de 2019, le otorga un salario de 49 mil pesos al mes. Su primer puesto en el gobierno federal fue en el área de recursos humanos de la Cancillería, obtenido sin acreditar estudios relacionados con las funciones de la SRE.
Este vínculo familiar ha generado críticas, ya que Jesús Valdés Peña es reconocido como un cercano colaborador del excanciller Marcelo Ebrard. Valdés Peña fungió como secretario de Desarrollo Social durante la gestión de Ebrard como jefe de gobierno de la Ciudad de México y posteriormente como embajador en Haití.
Además, otro hijo de Valdés Peña, Jesús Valdés Corona, también trabaja en la SRE como cónsul de prensa en el consulado de México en Vancouver. Con una formación en ciencias de la comunicación y una maestría en periodismo, este hijo ingresó a la Dirección de Comunicación Social de la SRE antes de trasladarse al consulado en diciembre de 2020, donde actualmente percibe un salario de 176 mil pesos al mes.
La presencia de familiares de Valdés Peña en la SRE, sin experiencia específica en temas diplomáticos, ha levantado cuestionamientos sobre el nepotismo y la idoneidad en la asignación de cargos en el servicio público. Este caso resalta la importancia de la transparencia y la meritocracia en el ámbito gubernamental para evitar conflictos de interés y garantizar la eficiencia de las instituciones.
¡Ya están repartiéndose el pastel antes de que se les adelanten sus otros hermanos mugrenas! ¡No son iguales… son peores!
La Nutrióloga esta hambreada de hueso. Si tuviera valores, habría dicho que NO, por no estar calificada para ese puesto. ¿Para que sirve el “hueso” si no es para beneficiarse de él?
Aquí queda demostrado el “90% de honestidad y 10% de experiencia” que dice AMLO. Y eso de “honestidad” está por verse. Porque entrar a un trabajo por nepotismo dice todo lo contrario.