Convenio entre Profeco y cámaras empresariales

ORIZABA.- La Profeco establece convenio con cámaras empresariales y el Ayuntamiento, para no perseguir sino orientar a los empresarios para que cometan menos faltas y en consecuencia haya consumidores satisfechos y respetados en sus derechos, dijo su titular Elizabeth Morales.

 

 En una reunión de trabajo a la que acudieron representantes de las cámaras empresariales de Canaco y Canacintra, la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor instruyó que el personal de la oficina local de esa dependencia se dé a la tarea de informar y a su vez educar a la población en cuanto a los derechos que como consumidor tiene.

 

En este encuentro de trabajo estuvieron los responsables de regular la actividad comercial en la ciudad, así como con el alcalde Juan Manuel Diez, la titular de la Profeco en el estado, Elizabeth Morales y el personal local de esta dependencia.

 

Ahí la funcionaria reconoció que a esta institución se le conoce más por las verificaciones que hace al comercio para supervisar que cumpla con las normas establecidas, pues es la actividad que más se nota; también porque en caso de encontrar una anomalía recurre a la suspensión y aplica una multa, que dependiendo de la infracción puede alcanzar los 183 mil pesos.

 

Sin embargo, argumentó que la Profeco también tiene la obligación de informar tanto al comerciante como al consumidor, de cuáles son sus obligaciones y derechos. Y también educa, al enseñar a la población cómo elaborar, a través de tecnologías domésticas, productos de uso diario que se pueden hacer en el mismo hogar.

 

Expuesta la función de la institución, Morales propuso al alcalde Juan Manuel Diez que a través de los módulos del DIF (10 en diferentes puntos de la ciudad), se fortalezca la economía doméstica, se acerquen estos conocimientos a las amas de casa, y proporcionarles además de la oportunidad de ahorrar en la compra de productos como cloro, jabón o shampoo, la oportunidad de generar un autoempleo y tener un ahorro o un ingreso económico para su familia.

 

Su plan fue bien recibido incluso por los pequeños industriales, quienes reconocen que los grupos más vulnerables o de escasos recursos no impactarán en su producción o venta una vez que comiencen a elaborar y usar sus propios productos.