Joaquín Díaz Méndez, hijo del actual gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, ha desatado una ola de críticas en redes sociales tras compartir una foto en Instagram donde se le ve sentado en la silla presidencial del Palacio de Gobierno. La imagen, publicada el pasado 2 de octubre, fue capturada durante un recorrido familiar por el emblemático edificio, un lugar que simboliza la historia y la política del estado.
En su publicación, Joaquín escribió: “El pasado 2 de octubre recorrimos palacio de Gobierno en familia, un lugar lleno de historia.” Sin embargo, muchos usuarios no compartieron su entusiasmo, argumentando que la silla de gobierno debería ser un espacio exclusivo para el gobernador y no un “sitio turístico”. Las críticas no se hicieron esperar, con comentarios que cuestionaron la falta de respeto hacia un símbolo del poder estatal.
Este recorrido familiar coincide con la semana en que Joaquín Díaz Mena asumió oficialmente como gobernador, lo que ha aumentado la atención sobre la publicación. La controversia plantea preguntas sobre el uso del poder y la percepción pública de la familia gobernante en Yucatán, así como la responsabilidad que conlleva ocupar un cargo tan significativo.
La imagen y su contexto han generado un debate sobre la línea entre lo personal y lo político, reflejando la importancia de la sensibilidad en el uso de símbolos gubernamentales. La familia Díaz Mena ahora enfrenta el reto de navegar estas críticas y mantener su imagen ante la sociedad yucateca.