El Festival de Eurovisión 2024 está en el centro de la controversia antes de su gran noche, con la descalificación del representante de Países Bajos, Joost Klein, y tensiones en torno a la delegación israelí.
La Unión Europea de Radiodifusión confirmó la eliminación de Joost Klein debido a presuntas amenazas a una trabajadora de la UER. Esta decisión ha generado fuertes reacciones, con la televisión de Países Bajos considerándola “desproporcionada”.
Por otro lado, la televisión israelí ha sido trasladada a una sala apartada del resto de delegaciones, tras denuncias de persecución a otras delegaciones y comentarios polémicos en redes sociales. La representante de Irlanda, Bambie Thug, ha sido especialmente crítica, llevando un keffiyeh palestino y una sandía como símbolo de solidaridad con Palestina.
Las tensiones se han visto reflejadas en el ensayo de la final, con Thug ausente por una denuncia ante la UER y declaraciones que cuestionan la participación de Israel en el certamen.
Además, manifestaciones y renuncias han marcado el ambiente previo a la final. La portavoz de Noruega, Alessandra Mele, y el representante de Finlandia en Eurovisión 2023, Käärijä, renunciaron a otorgar los puntos en protesta por la presencia de Israel y en solidaridad con Palestina.
En resumen, Eurovisión 2024 está envuelto en una atmósfera de tensión y protestas, con la música compitiendo en un escenario de controversias y reivindicaciones.
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