Córdoba.- Después de analizar y estudiar las diferentes opciones de la región que cumpliesen con la Normativa de Protección Ambiental vigente en el estado de Veracruz, el Ayuntamiento decidió prescindir de los servicios del basurero de Cuitláhuac y contratar los del relleno sanitario de Balastrera, ubicado en Nogales.
Partiendo de esta premisa, la alcaldesa Lety López se comprometió a cumplir las leyes en materia de Medio Ambiente.
En este sentido, no se escatimaron los recursos para evitar seguir siendo partícipes del foco de infección imperante en Cuitláhuac, cuyas instalaciones no cumplen con los mínimos requisitos de la Norma Ambiental 038, con la cual se rigen los rellenos sanitarios.
La Administración Local no está dispuesta a seguir “agrediendo” al ecosistema mediante el apoyo de este tipo de tiraderos a cielo abierto, mismos que albergan fauna nociva, filtran contaminación al subsuelo y desprenden olores nefastos.
Aunado a esto, el parque vehicular que dejó el Gobierno saliente se encuentra en mal estado y presenta desgaste, ponchaduras, así como problemas en la suspensión y muelles por la mala infraestructura de las instalaciones del Mareco.
Además, con las últimas reformas de este año, las autoridades municipales y estatales podrán enfrentar sanciones civiles y penales por la existencia de tiraderos a cielo abierto.
“El simple hecho de poner nuestro granito de arena y manejar responsablemente nuestros residuos no debe tener precio. La diferencia económica resultará insignificante si vemos con responsabilidad hacia el futuro, volteando a ver a nuestros niños y a las siguientes generaciones”, puntualizó el Ayuntamiento.