Córdoba.- La amenaza del Presidente de la República Enrique Peña Nieto, de que espera no llegar al extremo de hacer uso de la fuerza pública para convocar al orden, ante las manifestaciones por Ayotzinapa, no extraña a los grupos de activistas y luchadores, pero puede ser contraproducente “porque la indignación y la rabia en el país, cada vez crece más”.
Jairo Guarneros Sosa, integrante de la Coordinadora de la Sociedad Civil en la zona, explicó que hay preocupación, porque se ve a un Gobierno que cada vez se endurece más y utiliza la fuerza para resolver los conflictos, ante lo cual los grupos sociales buscarán defenderse como se pueda. “Ayotzinapa es algo que nos ha indignado pero hay que recordar que antes fue Tlatlaya, lo que se suma a todas las agresiones que ha habido en contra de los luchadores sociales, defensores de derechos humanos, y luchadores medioambientalistas que también han sido reprimidos, y como también ha sido provocado el EZLN”, finalizó.