Adriana Estrada
EL BUEN TONO
Orizaba.- El deslave en el kilómetro 230 de la autopista Acatzingo-Ciudad Mendoza, ocurrido el pasado 25 de octubre, puso al descubierto las deficiencias en la gestión y prevención de riesgos de uno de los tramos carreteros más transitados de la región.
La magnitud del derrumbe, que bloqueó ambos carriles y cubrió una explanada y un mirador con cerca de 150 mil metros cúbicos de material, generó una declaratoria de emergencia técnica de parte de Caminos y Puentes Federales (Capufe) y de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT); el tramo afectado permanecerá cerrado por tiempo indefinido, mientras continúan los trabajos de remoción de escombros y liberación de vehículos, reportando ocho personas con raspones y heridas leves, asegurando no tener registro de algún deceso.
A pesar de los recursos que se destinan para el mantenimiento de estas vías, la falta de medidas preventivas y de una respuesta efectiva ha dejado a miles de usuarios afectados y a poblaciones cercanas enfrentando rutas alternas saturadas y poco seguras.