Amatlán.- Luego del desalojo violento de cañeros, las entradas a Veracruz por vía federal y de cuotas, se vieron repletas de elementos de Seguridad Pública y Policías Federales, que se apostaron para evitar el regreso de los paristas.
Tal y como se había anunciado, los elementos se quedaron toda la noche de ayer y el día, resguardando las vías de comunicación ante la amenaza de que los campesinos regresarían con más fuerza.
La tensión se vivió en la zona, incluso en los restaurantes, que aunque reabrieron sus puertas, mantenían constantes guardias para evitar cualquier tipo de alboroto, sobre todo por el paso constante de patrullas.
Por la mañana, un grupo especial de elementos se prepararon para esperar a los cañeros, de quienes se dijo llegarían alrededor de las 09 de la mañana, todos ellos provenientes principalmente de Oaxaca.
La situación se mantuvo tranquila, aunque no faltaron los rumores de que ya se había iniciado una nueva trifulca en los sitios de la manifestación que duró más de 30 horas, por lo que el movimiento policiaco fue constante.
“Nos han dicho que otra vez van a manifestarse, por eso es que ninguno de los tráileres de la empresa tienen que pararse entre Rancho Trejo y Fortín, pues se teme por el cierre de las casetas o de otras arterias”, dijo un conductor de una empresa de lácteos.
La situación afortunadamente para los comerciantes de la zona no empeoró, por lo que entre rumores y lluvia transcurrió el día, sin que se presentarán nuevas trifulcas.
Así es como continúan las cosas, donde fueron desalojados cientos de campesinos que esperan el apoyo de Gobierno federal, aquel que meses atrás apoyaron para ocupar los cargos que hoy existen.
JosÈ Vicente Osorio
El Buen Tono