Amatlán.- Los colectivos que integran la Brigada de búsqueda de familiares desaparecidos, analizaron la situación en la que se encuentra Veracruz al lado de otros, en los que reconocen que la forma de operar de la delincuencia, es diferente.
Algunas zonas son difíciles para poder detectar fosas clandestinas, un ejemplo de ello fue el río Blanco, donde ha decir de los lugareños asentados en la zona de Cuichapa y Omealca han aparecido varios; sin embargo, por la corriente como las cavernas que mencionan hay en éste, puede que algunos no salgan y fueran tragados por la tierra.
Temen que algunas personas que hubieran aventado al río no salieran y sus familiares no tengan idea de donde están, por lo que seguirán siendo buscados para dar con su paradero, pues hasta no verlos no pueden recuperar la paz que les fue robada.
En La Pochota reconocen también que ha sido un lugar donde se han registrado innumerables crímenes por algunos cuerpos encontrados en su momento, porque aun cuando ellos recorrieron este lugar no encontraron más que ropa y unos cartuchos quemados.
Tienen la esperanza de encontrar a sus seres queridos como cualquier otra persona de Amatlán de los Reyes, donde el secuestro se encuentra con una tendencia con incremento, algunos denuncian y otros más tienen miedo.
Una madre de la brigada expresa “busco a mi hijo, pero no permito que mi familia se integre a mi búsqueda, porque cuando me ayudó otro de mis hijos fue secuestrado por buscar a su hermano, no lo voy a arriesgar, por eso los busco sola”.
Los integrantes de los colectivos que han perdido todo su dinero en la búsqueda expresan que apelan a la buena voluntad de la población, “preparan muy ricos los alimentos y nos han dado un techo”.
No saben cómo van a regresar a sus casas por la falta de recursos, pero además de compartir su experiencia tratan de enseñar cómo localizar a las familias que tienen un desparecido, qué acciones realizar para tratar de localizar a ese familiar.
Organismos como Sabuesos y Los otros de Guerrero han encontrado personas que estaban desaparecidas, aunque no todos han sido reclamados por sus familiares, pero esperan que un día se incorporen y den descanso a sus huérfanos y madres que viven con el dolor de no saber de ese padre o madre e hijo arrebatado.
Ayer se acercaron al grupo Vive Migrante, a fin de establecer lazos, ya que por Amatlán de los Reyes pasan muchos migrantes quienes también sufren de la desaparición a su paso por México.
