NUEVA YORK.- Tras nueve días de búsqueda infructuosa, la Policía tiene previsto ampliar el radio en el que trata de localizar a los dos asesinos que el sábado de la semana pasada se fugaron de una prisión del estado de Nueva York.
Más de 800 agentes participan en las tareas, peinando áreas de bosque e investigando casa por casa en las inmediaciones de Dannemora, cerca de la frontera con Canadá.
Según los medios locales, se ampliará hacia el Este el área de búsqueda, después de que las fuertes lluvias complicaran en los últimos días el trabajo de la Policía.
Mientras tanto, siguen conociéndose más detalles del plan ideado por los dos hombres para fugarse de la cárcel de máxima seguridad en la que cumplían condena por sendos asesinatos.
Según las autoridades, David Sweat, de 34 años, y Richard Matt, de 48, prepararon meticulosamente la huida y podrían incluso haber ensayado en varias ocasiones su escape a través de túneles subterráneos, antes de la evasión.
Buena parte de la información procede de los interrogatorios a los que ha sido sometida la funcionaria de prisiones, detenida tras admitir que facilitó a los presos herramientas utilizadas para perforar su celda y huir.
La mujer, Joyce Mitchell, que daba clases de confección a los reclusos y había tenido amistad con los reos, dijo a los investigadores que había planeado además recogerlos con un automóvil tras su evasión, pero se arrepintió en el último momento.
Mitchell, según explicó a los medios el fiscal del distrito, Andrew Wylie, tenía previsto conducir con los fugados durante unas siete horas hasta un destino elegido por ellos y que ella no conocía.
La mujer, que se declaró no culpable de los cargos de promover contrabando en primer grado y colaborar en la fuga, comparecerá hoy ante un juez y se enfrenta a una pena máxima de siete años de cárcel.
Sweat, que cumplía cadena perpetua por el asesinato de un alguacil en 2002, y Matt, condenado a 25 años por matar a un empresario en 2007, fueron dados por desaparecidos cuando se hizo la revisión de presos del penal el sábado de la semana antepasada.
Conocido como ‘Pequeña Siberia’ entre los habitantes de la zona, el centro correccional de Clinton está considerado de máxima seguridad y cuenta con una población carcelaria de tres mil reclusos y una plantilla de mil 400 empleados.