Córdoba.- Para Ripley. La aeropista de esta ciudad es la única en el planeta que tiene un corralón donde la CFE guarda sus grúas, donde hay un salón de fiestas con niños y familias enteras entrando y saliendo (algunos tomados), sin control en los accesos (con mallas ciclónicas rotas), y donde aterrizan jets que descienden a 200 kilómetros por hora, cargados con tanques de combustible de tres toneladas.
Si lo anterior no significa un riesgo para la población entonces ¿qué puede ser?, sin embargo para el alcalde tercermundista Tomás Ríos Bernal y su equipo de Protección Civil parece no importarle; serán ellos pues, los responsables directos ante alguna contingencia que pudiera presentarse en este sitio.
En la edición de ayer, El Buen Tono dio cuenta de la forma en que los habitantes del lugar, cruzan la aeropista para tomar un atajo e ir a sus casas. Un riesgo difícil de percibir ante la miopía de las autoridades municipales, quienes prefieren andar correteando comerciantes ambulantes para quitarles la mercancía, en lugar de corregir este tipo de riesgos graves para la población.
La CFE tiene corresponsabilidad, como autoridad en lugar de poner el ejemplo, meten sus grúas para aparcarlas en la entrada, aumentando los factores de riesgo.
¿Hasta cuándo Tomás estarás a la altura de lo que merece la ciudad?