Así contaminaron los irresponsables y depredadores Carús García, los antes cristalinos arroyos de la ciudad, donde ¡hasta había langostinos!
La autoridad debe sancionar a esta sucia e indolente empresa de su propiedad.
Contaminar ríos, es atentar contra el futuro de nuestras generaciones y es un aberrante acto de gente sin educación, ni valores, ni aprecio por la naturaleza.
José Abella hará, como Diputado Federal, que la Ley se cumpla y pedirá que ¡hasta con cárcel castiguen a los culpables de este ecocidio!