Córdoba.- Un arroyo de la localidad El Otate, municipio de Amatlán, y que desemboca en el río Blanco, se encuentra afectado por el derrame de diésel, ocurrido el pasado jueves, señalaron habitantes de Cuichapa.
Ciudadanos de ese municipio que arribaron a la ciudad de Córdoba, dieron a conocer que luego del derrame de combustible ocurrido la mañana del pasado jueves en la localidad del Otate, de Amatlán, el combustible alcanzó un arroyo que cruza varias parcelas hasta llegar a Cuichapa.
Jorge Díaz, agricultor de esa zona, explicó que a pesar de que ha llovido, el arroyo quedó impregnado del olor del diésel.
“Si van por la carretera que va de Amatlán hasta Cuichapa y posteriormente a Xúchiles, podrán percibir el olor del combustible sobre el arroyo, el cual cae al río Blanco”, sostuvo.
Otros pobladores de la misma zona, aseguraron que entre el jueves y el viernes, fue muy característico el olor del combustible en las aguas del río Blanco, el cual podía percibirse desde el camino que conduce hacia las localidades de Xúchiles, municipio de Omealca, y La Laja, de Cuichapa. Cabe señalar que el año pasado se registró otra fuga de combustible en la misma zona, la cual afectó varias parcelas y contaminó los mismos cuerpos de agua.
ALERTA
A pesar de que los Bomberos no recuperan los productos químicos que emplean en el combate de siniestros, causados por fugas de combustibles se encuentran en alerta para brindar auxilio a la población en caso de contingencias, aseguró el teniente de la corporación, Arturo Juárez Chimal.
Consideró que a últimas fechas se han registrado siniestros en las instalaciones de Petróleos Mexicanos, como por ejemplo el que ocurrio hace aproximadamente cuatro meses en la zona de Omealca, donde fue solicitada la intervención de los Bomberos para controlar el fuego de uno de los ductos. Sin embargo, señaló que los productos químicos que utilizan para el combate del fuego en este tipo de siniestros no es recuperable, ya que la paraestatal no se los reconoce; el producto consiste en espuma tipo “triple F”, que es la que se utiliza en los aeropuertos para el control de incendios ocasionados por turbosina. Cada vehículo, aseguró, está equipado con un galón de este tipo de espuma, que tiene un costo de 15 mil pesos.