ORIZABA.- La cons-trucción de osarios en el cementerio Juan de la Luz Enríquez, hace de este sitio una nueva forma de inhumación y no se descarta edificar más con cupo para 30 ataúdes cada espacio y redunde en mayor disponibilidad para sepulcros tradicionales o cremaciones.
Con todo ello, se estima que hay espacio en el panteón para 15 años o más. Ahora están censadas al menos 33 mil tumbas y han sido recuperadas unas 12 mil con los distintos esquemas de organización ya que en muchos casos las personas han abandonado los espacios donde yacen los restos de sus seres queridos hasta por 50 años o más.
El osario, además de permitir el ingreso del ataúd completamente entre la pared, cuenta con un sistema de drenaje directo al subsuelo y bajo supervisiones y anuencias sanitarias es como se permite el fluido de los restos humanos con el paso del tiempo.
Al respecto, personal de la administración del cementerio y la Dirección de Desarrollo Humano, dijeron que la construcción de estos espacios data de la administración municipal pasada y se están comenzando a solicitar porque la población no está muy acostumbrada a este esquema.
Aunque se cuente con otro espacio para inhumaciones a futuro, se ha encontrado la forma de simplificar lugares y seguir dando cristiana sepultura a las personas, aunque también se observa aumento en la solicitud de cremaciones, indicó el director de Desarrollo Humano, Igor Rojí López.
El histórico panteón municipal cuenta con cinco zonas y como en todos los aspectos sociales la región céntrica de este camposanto es la más saturada, la periferia es la que mayor disponibilidad tiene aunque los costos y servicios son del mismo monto económico.
Salvo los nichos, zona de criptas y osarios, el resto de las inhumaciones contempla una cuota municipal y aportación anual por mantenimiento, cuyo precio actualmente es de 177 pesos por cada sepultura.