Xalapa.- “Yo vi al Papa bajar del avión y me dio alegría verlo de cerquita, sigo muy emocionado. Nos dio un rosario a mis compañeros y a mí, dijo que nos portáramos bien y le pedimos en grupo que rezara por los papás de México”, expresó Gabriel al relatar su historia.
Gabriel tiene 10 años de edad y vive en la Ciudad Asistencial Conecalli, una casa hogar en la que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Veracruz resguarda a más de 150 niños, niñas y adolescentes que por motivos diversos se encuentran bajo custodia y protección temporal o permanente del Gobierno del Estado.
A inicios de este mes, la Directora de la casa hogar recibió la noticia por parte del Sistema Nacional DIF que Gabriel sería uno de los cuatro menores de edad que daría la bienvenida al Papa Francisco I durante su llegada a la Ciudad de México, noticia que llenó de orgullo y emoción a todos los miembros de la casa.
EL HOGAR DE GABRIEL
Por años, Conecalli ha sido el hogar y escuela de Gabriel. Ahí juega con sus amigos, ayuda en las labores diarias, hace la tarea, aprende y también anhela que en un futuro pueda integrarse con su hermano en una familia adoptiva que los cuide, quiera y proteja.
Dentro de las actividades que realiza siempre se ha mostrado afectivo, travieso y juguetón, pero cuando se trata de forjar un hábito, es Conecalli su mayor enseñanza, puesto que al llegar el día jueves se ofrece como voluntario para apoyar al sacerdote en la misa que oficia cada semana e invita a todos a escuchar el sermón.
SU PERFIL
Gracias a su perfil, su buena conducta y calificaciones, el equipo de Presidencia optó por conocer más a Gabriel, su rutina, sus deseos y anhelos. Días antes de la llegada del Pontífice, un equipo de televisión registró sus actividades para que el Papa Francisco lo conociera mejor y supiera que él sería el representante de todos los veracruzanos.
Su principal encomienda era llevar arena veracruzana dentro de un cofre, la cual sería bendecida por el Pontífice al momento de pisar suelo mexicano. En ese cofre, además, se albergaba tierra de los 31 estados restantes del país.
El pequeño y la comitiva infantil de Oaxaca, Jalisco y Puebla se reunieron en el Hangar Presidencial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde sería la recepción por parte de los mexicanos.
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