Guerrero.- El huracán Otis ha dejado una estela de tristeza y devastación en Acapulco, con historias desgarradoras de pérdidas. Una de las víctimas, Isaías Leonel Nava Rojas, un niño de seis años, pereció atrapado bajo un deslizamiento de lodo en su humilde hogar en la colonia CNC, una de las zonas densamente pobladas del municipio. Su madre, Ángela Rojas Sacristán, intentó salvarlo, pero solo pudo rescatar a su hijo menor. Isaías estaba emocionado por un baile escolar, para el que ya le habían comprado un sombrero y traje. El velatorio se llevó a cabo en una casa prestada, ya que las funerarias locales están cerradas.
Otras víctimas de Otis incluyen a Rodolfo Said Reyes Cristino, de cinco años; José Guadalupe Guerrero, de 10 años; y Jesús Antonio Mujica Cristino, quien estaba a punto de cumplir dos años. Estos tres niños fallecieron aplastados mientras dormían cuando su casa de madera colapsó debido a la lluvia. Sus familias lamentan la falta de apoyo de las autoridades y la dificultad para obtener actas de defunción. Otis ha dejado un rastro de destrucción en Acapulco y ha sacudido profundamente a las familias afectadas.
Hoy, Acapulco enfrenta el desafío de enterrar a sus seres queridos, sin el apoyo adecuado, y lidiar con las pérdidas que este huracán ha infligido a la ciudad.