La foto de un niño de siete años que sujeta la cabeza decapitada de un soldado sirio ha conmocionado a la comunidad internacional. El menor es hijo del terrorista australiano Jaled Sharruf, que se unió al grupo extremista suní Estado Islámico, fue quien publicó en Twitter la imagen junto al texto: “¡Este es mi chico!”.
Conmoción en Australia
En Australia, el l primer ministro, Tony Abbot, que ha tildado de “bárbara” la imagen, ha dicho que “hay más fotografías en los diarios australianos sobre el tipo de atrocidades de las que es capaz este grupo”. Según ha explicado , las actividades de estos terroristas “suponen problemas extraordinarios no sólo para la gente de Oriente Próximo, sino para el mundo en general, y cada vez vemos más pruebas de lo bárbara que es esta entidad”, ha agregado, en declaraciones a la emisora ABC. Todas las fuerzas políticas australianas han condenado la acción del terrorista.
Orden de captura contra el terrorista
Sharruf fue condenado en 2009 a cuatro años de cárcel por ser parte de una célula terrorista que planificó atentados en Sydney y Melbourne. Pese a que se le prohibió salir del país tras su liberación, utilizó el pasaporte de su hermano para viajar a Siria con su familia.
El Gobierno australiano ha emitido una orden de arresto en su contra después de que se publicaran varias fotografías a través de su cuenta en Twitter en las que se le veía sujetando las cabezas decapitadas de varios soldados sirios.
La organización Estado Islámico
El Estado Islámico es una organización yihadista nacida en Irak y relacionada con Al Qaeda. Con la sublevación en 2011 contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, el grupo penetró en Siria y desde allí ha lanzado en las últimas semanas una ofensiva que le ha permitido hacerse con el control del norte y el oeste de Irak.
ISIS
El ISIS proclamó a finales de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al Baghdadi. La nueva organización se declara Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad. Desde entonces, ha lanzado numerosas campañas de venganza contra la comunidad chií y otras comunidades minoritarias de las zonas que controla, como la cristiana y la yazidí, ejecutando a decenas de personas y destruyendo numerosos lugares de culto.
El Buen Tono