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Rafael Delgado.- Las sociedades mesoamericanas concebían el cosmos de una forma cuadrada, de tal forma que en la parte superior ubicaban el cielo, integrado por 13 niveles, por ello algunos altares de muertos tienen 13 elementos; la tierra, que posee dos extremos: la casa del Sol y la región de las mujeres; así como el Mictlán, en la parte inferior, la región de los difuntos, cuenta con nueve niveles.
El investigador adscrito al Instituto de Antropología (IA) de la Universidad Veracruzana (UV), Jesús Javier Bonilla Palmeros, manifestó lo anterior e indicó que en total suman 24 escalones que recorría diariamente el Sol.
Precisó que lo anterior no corresponde con las horas del día, “eso vino después con la llegada de los españoles; estos niveles están referidos en los altares que se levantan con la festividad de Todos Santos”.
También, indicó que las cuatro regiones a las que van los espíritus de las personas que han fallecido son acordes a las estructuras del cosmos prehispánico.
Comentó que hay altares cuadrados, como el representativo del municipio de Zontecomatlán, en el que se colocan 13 rollitos de flor de cempasúchil y en medio una flor “mano de león” (número simbólico que en la época prehispánica está asociado a la parte alta del cosmos).
A la altura de la mesa van los alimentos, ya que corresponde al nivel de la tierra; en la parte baja, relacionada con el Mictlán, se colocan las velas.
Existen altares con nueve escalones, relacionados con las nueve regiones de la muerte y recientemente se asocian con el novenario o el cabo de año, principalmente cuando fallece una persona.