AGENCIA
Chiapas.- Habitantes de diversas comunidades en la selva Lacandona, ubicada en el estado de Chiapas, llevaron a cabo una marcha este sábado en el poblado de Frontera Corozal, con el objetivo de instar al gobierno federal a tomar medidas efectivas contra los grupos del crimen organizado que han generado una situación de riesgo constante para la población de la región.
Bajo un mensaje de paz y en busca de una solución a la creciente problemática que enfrentan, los manifestantes insistieron en que no están afiliados a ningún grupo criminal y simplemente buscan vivir en paz. Se dirigieron al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, solicitando su intervención.
La selva Lacandona, como otras zonas de Chiapas, ha sido escenario de una lucha territorial entre los dos principales cárteles de la droga en México, quienes compiten por el control de rutas de tráfico de mercancía ilegal y personas. Los habitantes de la región relataron que estos grupos han cooptado a líderes locales y han incrementado el tráfico de drogas, armas, personas y ganado desde Guatemala de manera ilegal.
La población ha instalado retenes en algunas comunidades para evitar que los traficantes pasen, pero esto no es suficiente y solo se ha logrado en algunos lugares. Por lo tanto, han emplazado al gobierno federal a tomar medidas efectivas y detener a quienes fomentan estas actividades delictivas.
Como medida para hacerse escuchar, retuvieron a 8 policías estatales el pasado 12 de octubre, a quienes acusan de no actuar contra los agresores. Durante la marcha del sábado, llevaron una lona con un mensaje dirigido al Presidente AMLO, en el cual pidieron que se agilice una orden de aprehensión contra Cabero Segundo López y otros líderes del crimen organizado de San Javier.
Uno de los oradores de la manifestación solicitó dos cosas: la orden de aprehensión del líder criminal y un destacamento permanente del ejército mexicano en San Javier. Admitió estar amenazado y expresó el deseo de vivir en paz y justicia, destacando que incluso aquellos que han sido cooptados por los grupos del crimen merecen atención, ya que sus familias son parte de la comunidad.
Previo a estas manifestaciones, comunidades en dos de las principales cañadas de la selva enviaron una solicitud de audiencia al gobierno federal en septiembre, la cual aún no ha recibido respuesta. Estas comunidades han dado un plazo a las autoridades antes de considerar acciones más drásticas contra sus agresores.
Los manifestantes destacaron la importancia de contar con interlocutores en San Cristóbal para dialogar con el presidente de la República y agradecieron el apoyo de organizaciones que han liderado la lucha desde 1994. La población de la selva Lacandona busca la paz y la justicia en una región afectada por la violencia del crimen organizado.
