Orizaba.- En una rama que debiera ser necesaria en el plan de estudios de la medicina, la tanatología o tratado de la muerte es un método desconocido aún por la sociedad, aseguró la tanatóloga Josefina Peralta y Galicia.
Ante las festividades de Todos Santos o también conocidas como Días de Muertos, indicó que las personas pueden encontrar mediante este procedimiento un consuelo espiritual por el duelo que provocan las pérdidas, ya sea por la muerte de un ser querido, rupturas amorosas o hasta las materiales.
Aseguró que la cultura de la tanatología apenas ha iniciado a extenderse, pese a que en los 90’s esta disciplina llegó a México, por lo que es catalogada como una práctica joven, misma que hoy en día se aplica con mayor frecuencia en enfermos crónicos o terminales, por lo que es necesario que las personas sepan cómo comportarse y actuar ante estos casos en donde la muerte es inminente.
“Lo que nosotros los tanatólogos hacemos en los últimos momentos de la persona, es paliar la angustia tremenda que atormenta tanto al moribundo como a la familia, estamos para tranquilizarlos, así como para ayudarlos a tener esperanza en la vida eterna”, refirió.
Explicó que en la tanatología existe un documental denominado “Ars Moriendi” el cual quiere decir el arte de morir, hablando específicamente respecto a la pérdida de un ser querido, el cual está hecho para la preparación de la muerte, mismo que concentra dos aspectos fundamentales: ordenar asuntos temporales y reconciliarse con su Creador.
En el primer aspecto, la persona debe cancelar deudas o préstamos, redactar testamento para saber a quién dejará sus bienes de sus sucesores, así como ventilar asuntos con familiares o amigos, es decir, es el momento de pedir perdón o perdonar.
Respecto al segundo aspecto, añadió, debe haber una confesión ante su Creador a través del representante de su religión, ante el cual debe arrepentirse de los errores cometidos, “es interesante porque el exhorto dice así: muchos confesaron, pero no murieron, mientras otros fallecieron mas no confesaron, y como retribución a tu confesión tú vivirás porque quien confiesa tiene parte en la vida eterna”.
Como parte del proceso en la tanatología igualmente se brinda esperanza a los familiares, pues de otra forma no existe un proceso profesional que les permita ayudarse y por esa razón es fundamental que el familiar pueda vivir en paz, tras una pérdida.
Desafortunadamente esta forma de afrontar procesos de vida inminentes todavía no son adoptados por la población, sin embargo, poco a poco las personas van conociendo esta disciplina a pesar del temor que hay ante la muerte y el tabú que representa.
“El temor natural ante la muerte es no estar solo cuando voy a morir, y de qué forma falleceré, no tanto en qué momento o qué le pasará al cuerpo, para todo eso existe la tanatología”, subrayó.
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