Orizaba.- Hacen negocio comerciantes de chatarra a las afueras de los planteles educativos, a costa de la salud de los menores orizabeños.
Es por mencionar un ejemplo en la escuela primaria Manuel M. Herrera que se observan a las afueras del edificio un sin número de vendedores con carritos, en donde colocan sus mercancías.
Son chicharrones, papas fritas, refrescos, chicles, esquites, tostadas, el tipo de comida chatarra que expenden a las afueras de las escuelas de todos niveles, como: kinder, primaria, secundaria, bachillerato y universidades.
Son mínimos los precios por lo que la base estudiantil puede comprar estos alimentos, sin embargo, son de poco beneficio para la comunidad, que de por sí es sabido por padres de familia en las cooperativas venden al interior de los planteles educativos de igual forma comida chatarra.
Tras varias horas de estudio, los menores de edad salen de sus clases hambrientos, por lo que ante la necesidad de comer los padres de familia les compran lo que encuentran de primera mano.
Los vendedores de estos productos entregan los alimentos preparados sin enjuagarse las manos después de haber recibido el dinero en efectivo, lo cual pone en duda el manejo adecuado de los alimentos que son finalmente consumidos por los estudiantes.
