El comercio del maíz amarillo transgénico es uno de los temas que organizaciones de México, Estados Unidos y Canadá esperan que se aborde durante la Cumbre de Líderes de América del Norte que se lleva a cabo este inicio de semana, por lo que han solicitado al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador “mantenerse firme” en su gradual prohibición rumbo a 2025 pese a las “presiones” de las autoridades norteamericanas y de las trasnacionales que controlan las semillas y los agrotóxicos.
“Son intereses muy fuertes, pero no pueden estar por encima de los intereses, más fuertes y más importantes, de los pueblos, de la salud pública y del medio ambiente”, dijo en entrevista Alejandro Villamar, director de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio, una de las organizaciones campesinas, indígenas y sociales firmantes. “El compromiso es que, paulatinamente, se van a disminuir las importaciones, pero lo que quieren las trasnacionales es que esa disminución se alargue, cosa que no estamos de acuerdo”.
Las empresas de EU, Europa y Asia que controlan el mercado de plaguicidas y semillas transgénicas resistentes a plagas son Dow Chemical (EU) con Dupont (EU); ChemChyna (China) con Syngenta (Suiza) y Bayer (Alemania) con Monsanto (EU).