Acultzingo.- Por 68 años consecutivos en la localidad de Tecamalucan se coloca la ofrenda más grande del corredor de Río Blanco- Maltrata y Acultzingo; una tradición de la señora Socorro Vázquez Oliver para honrar a 400 difuntos entre familiares, hacendados, vecinos, amistades y conocidos.
Tras el fallecimiento de su primera hija, la señora Socorro de 88 años tomó la tradición de colocar una ofrenda enorme, la cual cada año es más grande porque se suman más difuntos. Lo característico de este altar es que es visitado y admirado por los pobladores de la localidad y de la región.
Se observan mesas grandes de madera cubiertas con largos manteles bordados a mano por mujeres de Soledad Atzompa; en canastas y tenates tradicionales hay todo tipo de frutas de temporada, dulces típicos, pan de muerto, cervezas, refrescos, toritos, arroz con leche, calabaza en dulce, flores, tamales de frijol, entre otros alimentos y bebidas propios de la festividad.
