AGENCIA
Veracruz.- Más de una década después, los colectivos de búsqueda en Veracruz continúan luchando por identificar los restos sepultados en la fosa común del panteón municipal de Palo Verde, uno de los más antiguos de la capital del estado. La fosa alberga cadáveres sin registro, fecha o lugar de hallazgo, lo que dificulta la labor de los buscadores.
Elementos de la policía estatal comenzaron una serie de levantones y desapariciones de personas asociadas con la organización delictiva Los Zetas. Estos actos de violencia dieron lugar a que muchas familias, principalmente madres, se unieran en colectivos de búsqueda para presionar a las autoridades y encontrar a sus seres queridos.
En 2016, la Fiscalía confirmó irregularidades en la fosa común del panteón de Palo Verde. María Elena Gutiérrez, del Colectivo Buscando a Nuestros Desaparecidos y Desaparecidas, informó en 2020 que al menos 90 cuerpos sin identificar se encontraban en esa fosa, aunque otros colectivos sugieren que la cifra es mayor.
Los cuerpos eran dejados en el panteón sin ser procesados adecuadamente, algunos incluso con objetos personales. Además de Palo Verde, otro cementerio en la comunidad de El Chico, Emiliano Zapata, presenta circunstancias similares.
Con la llegada de la actual administración estatal, se prometió dignificar la memoria de los desaparecidos y mejorar las búsquedas. En octubre de 2021, se inauguró un centro de identificación forense en Nogales, Veracruz, pero rápidamente se saturó debido a la violencia continua y la acumulación de cuerpos.
Ante la falta de capacidad en Nogales, la Fiscalía propuso trasladar los restos de Palo Verde a este centro, pero la saturación lo impidió. La fiscal general, Verónica Hernández Giadáns, y el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued, discutieron la construcción de un nuevo Semefo en el panteón de Palo Verde.
Sin embargo, los vecinos de la zona se opusieron, argumentando que las sustancias utilizadas para la preservación de restos podrían contaminar el área y que la construcción implicaría la tala de 50 árboles.
La oposición vecinal llevó al ayuntamiento de Xalapa a cancelar la construcción del Semefo. Esta decisión ha frustrado a las madres buscadoras, quienes llevan años esperando respuestas sobre el paradero de sus seres queridos. María Magdalena Calte, madre de Alfredo Tlaxcalteco Calte, desaparecido en 2010, expresó su descontento, instando a los vecinos a ponerse en el lugar de las madres buscadoras.
Las activistas ahora solicitan que las autoridades dialoguen con los vecinos para explicar que el centro no recibirá nuevos cadáveres, sino que analizará restos ya existentes para proporcionar certidumbre a las familias. La presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos ha señalado que la Fiscalía debe resolver este retraso, mientras que el abogado Ricardo Morales Carrasco sugiere que las familias podrían buscar ampararse para presionar a las autoridades a construir el centro de identificación forense.
El conflicto destaca la tensión entre la necesidad de resolver casos de desapariciones forzadas y las preocupaciones ambientales y comunitarias, mientras las madres buscadoras siguen esperando justicia y respuestas.