AGENCIA
CDMX.- El cohete chino Long March 5B, pesa alrededor de 25 toneladas y está sin control, se estrellará mañana domingo 31 de julio contra la Tierra.
El cohete despegó el pasado 24 de julio de la isla de Hainan y tenía como objetivo transportar un módulo a la estación Tiangong; ahora viaja a unos 28 mil kilómetros por hora sin control alguno.
Los expertos calculan que los restos del cohete, en caso de que no se desintegren por completo en la atmósfera, caerán entre los paralelos 41, con más probabilidad en el océano.
El campo de escombros incluye Estados Unidos, India, Australia, África, Brasil y el sudeste asiático, de acuerdo al centro de investigación The Aerospace Corporation, centro sin fines de lucro financiado por el gobierno de Estados Unidos.
“Debido a la naturaleza incontrolada de su descenso, existe una probabilidad no nula de que algunos restos aterricen en una zona poblada: más del 88% de la población mundial vive bajo la posible huella de los restos de la reentrada”, señaló esta semana en un comunicado de prensa la empresa Aerospace Corporation, quien sigue la reentrada del cohete.
Además, puede afectar el espacio aéreo. Por ello, la Agencia Europea de Seguridad Aérea pide vigilarlo constantemente.
No es la primera vez que sucede algo similar, pues en mayo del 2021 también fue un cohete Long March 5B el que alertó a los servicios de vigilancia de todo el mundo; afortunadamente, este terminó desintegrándose casi en su totalidad y los restos cayeron en el océano Índico sin que causaran mayores daños.