AGENCIA
Villahermosa, Tabasco.- Las últimas horas del 2024 estuvieron marcadas por una ola de violencia perpetrada por grupos delictivos que operan en la región. En un aparente desafío a las autoridades, se registraron múltiples ataques, incluyendo la quema de dos tiendas de conveniencia, tres vehículos, y un ataque armado contra una caseta de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado (SSPCT).
Los hechos ocurrieron en diversas colonias de la periferia de Villahermosa, mientras el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y “La Barredora” mantienen una disputa por el control de la plaza en Tabasco.
Los actos vandálicos comenzaron con el incendio de dos sucursales de tiendas Oxxo sobre el Boulevard Bicentenario, al noreste de Villahermosa, donde los delincuentes dispararon antes de prender fuego a los establecimientos. Bomberos de Protección Civil lograron sofocar las llamas, aunque las pérdidas materiales fueron significativas.
En la colonia Tierra Colorada, una caseta de policía ubicada en el parque de la avenida Ramón Mendoza fue atacada a balazos. Aunque no se reportaron lesionados, la agresión movilizó a las fuerzas de seguridad hacia la zona.
De manera simultánea, se registraron balaceras en la carretera Villahermosa-Jalapa y la Ranchería Río Viejo, así como el lanzamiento de artefactos ponchallantas en la carretera Villahermosa-Nacajuca, a la altura del fraccionamiento Pomoca. Además, dos vehículos fueron incendiados en la Ranchería Lagartera y en la colonia Casa Blanca.
La escalada de violencia en Tabasco no es un fenómeno aislado. El 22 de diciembre de 2023 marcó el inicio de una ola de terror tras el rompimiento interno en “La Barredora”. Desde entonces, la entidad ha sido escenario de narcobloqueos, quema de vehículos, enfrentamientos armados y motines en reclusorios.
En ese contexto, surgieron señalamientos contra exfuncionarios estatales como Hernán Bermúdez Requena, entonces titular de la SSPCT, quien presuntamente tenía vínculos con grupos delictivos. A pesar de la intervención federal con más de mil 200 elementos de la Sedena, Marina y Guardia Nacional, la tranquilidad no ha regresado por completo a Tabasco.
La ciudadanía sigue demandando acciones concretas y una investigación exhaustiva sobre los nexos entre el crimen organizado y funcionarios estatales. Hasta el momento, no se han esclarecido las razones detrás de la violencia que azota a la entidad, ni se han emprendido procesos judiciales contra los posibles responsables.
Con el inicio del 2025, Tabasco enfrenta el reto de garantizar la seguridad de su población y restaurar la paz en un estado marcado por el miedo y la incertidumbre.
