AGENCIA
Nacional.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lanzó fuertes críticas contra el exmandatario Carlos Salinas de Gortari, poniendo en duda la legitimidad de su llegada al poder tras las polémicas elecciones de 1988 y señalando los impactos negativos de su administración en el país.
Sheinbaum evitó referirse a Salinas como “presidente”, reiterando que su gobierno fue producto de un fraude electoral que, según ella, despojó de la victoria al candidato Cuauhtémoc Cárdenas. Este señalamiento revive el debate sobre las irregularidades en el proceso electoral de 1988, caracterizado por acusaciones de manipulación y falta de transparencia.
En contraste, Sheinbaum reconoció a Vicente Fox como un presidente legítimo, destacando que su triunfo en el año 2000 fue resultado de elecciones limpias, marcando una clara diferencia entre un proceso democrático y uno cuestionado por su falta de credibilidad.
Sheinbaum también abordó el legado de Salinas, criticando sus recientes declaraciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado en 1994. Según la presidenta, el exmandatario promovió políticas neoliberales que privatizaron numerosas empresas estatales y profundizaron las desigualdades económicas en México.
Sheinbaum desestimó los argumentos de Salinas sobre los beneficios del TLCAN, señalando que no reflejan las consecuencias sociales adversas que su implementación trajo para amplios sectores de la población.
La presidenta puso en entredicho la afirmación de Salinas de estar “desempleado y sin pensión”. Apuntó que, a pesar de sus declaraciones, el exmandatario mantiene un estilo de vida que incluye frecuentes viajes en avión, insinuando la posible existencia de ingresos ocultos que contradicen su discurso de austeridad.
Sheinbaum recordó una experiencia personal de su época como estudiante, cuando confrontó a Salinas frente a la Universidad de Stanford durante un evento relacionado con el TLCAN. La presidenta participaba entonces en movilizaciones en defensa del voto de los mexicanos en el extranjero, subrayando su compromiso desde joven con la democracia y la justicia social.
Con estas declaraciones, Sheinbaum no solo refuerza su postura crítica hacia Salinas de Gortari, sino que también busca posicionarse como una defensora de la transparencia y los derechos democráticos en la historia reciente de México.